Día 1 de JUNIO

Por primera vez hemos salido a probar el barco. El viento es de Levante no llegará a los 12 nudos y la mar está plana . Nuestra principal cometido es evaluar como se encuentran las jarcias firmes, no debemos olvidar que el velero lleva más de tres años sin salir a navegar.
Al izar la mayor vemos claramente la necesidad de lubricar el carril de los patines el gratíl de la mayor,para ello lo mejor sería quitar la suciedad con un poco de disolvente y más tarde añadir lubricante con base de teflón indicado especialmente para los fricción de superficies metálicas, no hay que dudar pues su coste es similar y dará larga vida a los patines y a sus uniones cosidas al gratíl de la mayor.
En una virada que realizábamos apenas sin arrancada, al intentar recuperarla se produjo una racha de viento que hizo crujir algo, con un sonido seco, fuerte y metálico, no sabíamos de donde provenía, ni qué lo había producido. Tras bajar la velocidad del velero decidimos repasar todos los anclajes de la jarcias tanto interior como los de cubierta. No observamos nada anormal, pero la duda se había apoderado de nosotros, optamos por no forzar ninguna jarcia tomando dos rizos en la mayor.
Continuamos analizando todo los demás elementos y su comportamiento para llegar a la conclusión de que tendríamos que cambiar más cosas de las que pensábamos si realmente queríamos navegar con todas las potencialidades que este impresionante velero tiene dentro de si.